Los sectores oposicionistas carecen de unidad, no poseen espacios de lucha y mucho menos cuentan con “movimientos ciudadanos” cohesionados y convencidos para lograr obtener sus huidizos triunfos.
La oposición venezolana continúa errante mientras asume posturas que asemejan a la adoptada por los tres monitos: ciega, muda y sorda, ante la realidad que día a día demuestra que el proceso político venezolano tiene rasgos de irreversibilidad.Sin embargo, los sectores de la derecha opositora insisten sistemáticamente en invertir grandes esfuerzos para inventar justificaciones sobre el andar errático que han tenido en los últimos 14 años.
La llamada Mesa de la Unidad Democrática ofreció ayer unas declaraciones que pretenden ir posicionando mediáticamente a la derecha sobre uno de sus principales objetivos en las próximas elecciones municipales: la alcaldía del distrito metropolitano de Caracas y la alcaldía del municipio Libertador.
El coordinador de la MUD en Caracas, Guillermo Miguelena, se atrevió a exigir mejores condiciones electorales para la derecha en las próximas elecciones municipales. "Pedimos mejorar las condiciones electorales mínimas que garanticen la competitividad y el debido respeto a la voluntad popular, basta ya de ventajismo gubernamental", lanzó al aire, sin abordar cuáles son las razones que justifican tal acusación, ya que la única ventaja que puede tener el proyecto bolivariano sobre la derecha es la de tener un masivo, consecuente y mayoritario apoyo popular.
En este clima turbio y de perspectiva sombría que se les avecinan en estas elecciones, dada las sendas derrotas electorales que sufrieron el 7 de octubre y el 16 de diciembre del pasado año, el candidato de la derecha por el municipio Libertador, Ismael García, aseguró que el Gobierno Nacional perderá la alcaldía, supuestamente por la "probada" ineficiencia de su gestión.
En este contexto, aseguró que "vamos por esa alcaldía a partir del próximo 26 del mes que viene", que no ha estado bajo la dirigencia de derecha desde que el presidente Chávez asumió el poder en 1999 y que ha ofrecido consecuentemente apoyo al proceso revolucionario al haber ganado el presidente las elecciones en este municipio. Como ejemplo, en Libertador ganó Chávez en las pasadas elecciones con el 54,85% de los votos.
Paradójicamente, confusos y esclarecedores fueron los tres puntos en tornos a los cuales la oposición trabajaría para lograr tan ambicioso objetivo:
1. Unidad en torno a un programa para Caracas que nos permita construir una democracia verdadera.
2. Un espacio para luchar, promoviendo la coordinación entre los distintos sectores que buscan obtener sus reivindicaciones sociales.
3. Un movimiento ciudadano en defensa del voto para el rescate de los espacios de elección popular.
Los tres puntos sólo informan al país que los sectores oposicionistas carecen de unidad, adolecen de no poseer espacios de lucha y mucho menos cuentan con “movimientos ciudadanos” cohesionados y convencidos para lograr obtener sus huidizos triunfos.
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