martes, 30 de octubre de 2012

MARCIANO: EL BARRANCO DEPRESIVO DE LA OPOSICIÓN ES REALIDAD Y VA PARA RATO


"El barranco es realidad y para rato. Al elector opositor se le confunde mucho más si se le dice que la derrota fue producto de fraude y no de una mala conducción de campaña".
En su columna Piedra de Tranca publicada este martes e intitulada "El barranco", Marciano se pregunta "¿Por qué está embarrancada una oposición que por el resultado obtenido debería darse con una piedra en los dientes?" y responde que, aunque los analistas no tienen respuesta, "lo cierto es que no hay en la historia del país otro caso de una oposición más frágil, inconexa, sin programa, sin estrategia electoral, sin candidato potable que la que hoy tenemos".

Agrega el columnista que se trata de "una oposición contradictoria, internamente atomizada, donde cada factor arrima la brasa para su sardina. Y, además, una oposición que siempre camina en el borde de la ilegalidad, que no renuncia al mito del 11-A, que sigue pegada a la icónica plaza Altamira, o sea, a la aventura que brota de ella, a cada momento, por las costuras".

"El barranco no es símil. Es realidad. Realidad que no asumen los protagonistas, sino que la remiten a otros. De esta manera eluden la culpa que tienen de lo sucedido. Primero porque el buen resultado electoral del 7-O o, mejor, estupendo que serviría a cualquier oposición para sentirse potenciada, en un nirvana, deprime a sus electores. ¿Cuál es el motivo de semejante contrasentido? ¡El engaño!".

"Al elector de oposición le crearon sus dirigentes falsas expectativas de victoria (...) Decirles a los electores que Chávez se muere cualquier momento, que está incapacitado para competir, que su prestigio está por el piso, que su mensaje es anacrónico, que las encuestas mienten y que los gigantescos actos de masa del candidato bolivariano son un engaño, conformó en la mente del elector de oposición un cuadro exitoso que no permitía pasearse por la opción de la derrota, algo que tiene que estar previsto en cualquier proyecto" asegura Marciano.

"El barranco es realidad. El elector de oposición no sabe, respecto al 16-D, si lo que se le está diciendo es verdad es mentira; y se se le  confunde mucho más si se le dice que la derrota fue producto de fraude y no de una mala conducción de la campaña. Por tanto, hay barranco para rato", concluye el autor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios