Muere el hombre, mas no el Líder.
Su muerte física se verá sobrepasada por la fuerza que deja en este mundo necesitado de Revoluciones, que no son sólo la Bolivariana.
América Latina prosigue su camino con más energía que nunca.
Lo propio hacen toda América Latina, el Caribe y el resto del mundo, alumbrados por el faro de la memoria de un ser humano con más fe en su especie que en las codiciosas garras del inmundo Capital.
Y el Comandante entra en el Paraíso donde moran los ejemplos siempre vivos de Bolívar, Martí y todos los Libertadores, que son el alma de los que nunca perderemos la fe en un mundo necesariamente justo y plausible.
Descansa en paz, Hugo Rafael. Real y verdaderamente eres inmortal.
TU MÁXIMO ÉXITO PERSONAL HA SIDO EL BRAVO PUEBLO VENEZOLANO, INCAPAZ EN SU INMENSA MAYORÍA, DE GUARDAR DE TI UN MAL RECUERDO.
MALAS NOTICIAS PARA LOS IMPERIALISTAS, PUES AHORA LA RESISTENCIA POPULAR VA CAMINO DE SER DEFINITIVAMENTE INVENCIBLE.
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