Corbis
El gobierno de Paraguay ha confirmado su intención de llegar a un acuerdo con la multinacional estadounidense Monsanto para la producción de semillas transgénicas pese a las crecientes protestas del movimiento campesino del país.
El ministro de Agricultura y Ganadería paraguayo, Enzo Cardozo, explicó que se utilizarán los genes de una de las variedades de la semilla para producir algodón transgénico con la asesoría y ayuda de Monsanto. Mientras el acuerdo de producción va en camino, Paraguay continuará comprando grandes cantidades de la semilla modificada a la trasnacional para extender su uso a otros cultivos, como es el caso del maíz, uno de los rubros principales de alimentación nacional y de exportación.
Centenares de toneladas de semillas vendidas por la multinacional a Paraguay irán destinadas a la campaña algodonera, acompañadas de agroquímicos que son rechazados por el movimiento campesino paraguayo debido a que afectan la salud de los agricultores y provocan grandes daños al terreno de siembra.
Por su parte, el derrocado presidente Fernando Lugo explicó que su gobierno trabajó durante dos años para recuperar las semillas nativas usadas en los cultivos, pero el golpe de Estado en su contra trajo como resultado la ofensiva del poder de las multinacionales.
"Están introduciendo masivamente las semillas transgénicas, perjudicando a las plantaciones nativas paraguayas y poniendo en riesgo la vida humana para favorecer el agro negocio", advirtió Lugo.
Entretanto, científicos europeos publicaron recientemente los datos de los experimentos realizados con el maíz que produce esta misma compañía. Los resultados confirmaron que el producto afectó negativamente a los ratonesque lo comieron. En concreto, los roedores desarrollaron tumores malignos.
Centenares de toneladas de semillas vendidas por la multinacional a Paraguay irán destinadas a la campaña algodonera, acompañadas de agroquímicos que son rechazados por el movimiento campesino paraguayo debido a que afectan la salud de los agricultores y provocan grandes daños al terreno de siembra.
Por su parte, el derrocado presidente Fernando Lugo explicó que su gobierno trabajó durante dos años para recuperar las semillas nativas usadas en los cultivos, pero el golpe de Estado en su contra trajo como resultado la ofensiva del poder de las multinacionales.
"Están introduciendo masivamente las semillas transgénicas, perjudicando a las plantaciones nativas paraguayas y poniendo en riesgo la vida humana para favorecer el agro negocio", advirtió Lugo.
Entretanto, científicos europeos publicaron recientemente los datos de los experimentos realizados con el maíz que produce esta misma compañía. Los resultados confirmaron que el producto afectó negativamente a los ratonesque lo comieron. En concreto, los roedores desarrollaron tumores malignos.
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