31 DICIEMBRE 2012
Hillary Clinton ingresó este domingo en un hospital neoyorquino al detectarle sus médicos un coágulo de sangre cuyo origen podría estar en una conmoción cerebral. El hallazgo se produjo en una revisión a la que la secretaria de Estado se sometió en el New York-Presbyterian, el hospital de Manhattan donde su esposo se sometió a una operación coronaria en septiembre de 2004.
“A ella la están tratando con anticoagulantes en el hospital para poder observar los efectos de la medicación en las próximas 48 horas”, explicó su portavoz Philippe Reines. “Sus médicos seguirán revisando su problema y otros asuntos asociados con su conmoción cerebral y determinarán si requieren cualquier otra acción”.
La secretaria de Estado no se deja ver en público desde la primera semana de diciembre. Entonces su entorno dijo que había contraído un virus estomacal durante un viaje que la llevó por Bruselas, Dublín e Irlanda del Norte. Unos días después, el Departamento de Estado informó que había sufrido una conmoción cerebral que su entorno atribuía a la deshidratación.
La convalecencia obligó a la secretaria de Estado a suspender un viaje a Marruecos y le evitó el trago de comparecer en el Capitolio para explicar su visión del ataque que se cobró la vida de cuatro estadounidenses en la ciudad libia de Bengasi en la madrugada del 11 de septiembre del año que ahora termina. Varios congresistas republicanos sembraron dudas entonces sobre la enfermedad de Clinton y amenazaron con demorar la aprobación del nombramiento de John Kerry como secretario de Estado si su predecesora no comparecía antes de su dimisión.
Clinton abandonará en los próximos días el Departamento de Estado después de cuatro años en los que ha recorrido más de un millón de kilómetros al servicio del hombre que le arrebató su sueño de volver a la Casa Blanca.
OBSTÁCULO PARA 2016
Hillary acaba de cumplir 65 años y asegura que por ahora quiere descansar. Pero aquí todos perciben su movimiento como una retirada estratégica y su nombre empieza a sonar para las presidenciales de 2016. Su entorno no descarta que vaya a presentarse y los demás aspirantes demócratas aguardan en vilo temerosos de competir con la mujer que hoy por hoy lidera todas las encuestas.
La salud será un factor importante a la hora de tomar esa decisión. Clinton tendrá 69 años en noviembre de 2016. Los mismos que tenía Ronald Reagan cuando tomó posesión en enero de 1981 y cuatro menos que Bob Dole cuando perdió su carrera presidencial en 1996.
No es la primera vez que se le detecta un coágulo a Hillary Clinton. En 1998 fue ingresada de urgencia en el hospital naval de Bethesda después de que sus médicos le detectarán uno detrás de la rodilla izquierda. Entonces los médicos le ordenaron que tomara anticoagulantes y ella misma dijo luego que se trataba de “la alerta sanitaria más significativa” que había atravesado durante su vida.
(Con información de El Mundo.es)
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