"¿Quién ganará? ¿Lo auténtico o lo postizo? Como decía Plutarco, muchas veces lo que define es la anécdota, a la hora de precisar el (no) paralelismo entre los hombres", concluye Marciano.
Jaua y Capriles: Vidas (no) paralelas
Marciano
(Piedra de Tranca)
Plutarco de Queronea escribió una obra cumbre, Vidas paralelas. En ella advirtió: "A veces, una broma, una anécdota, un momento insignificante nos pintan mejor a un hombre". Es decir, el detalle. Lo que no se capta a simple vista y queda oculto en los pliegues de lo cotidiano.
Siempre el paralelismo ha tenido para quien escribe esta crónica, singular atractivo. Me refiero a la comparación entre personas, entre la conducta de seres humanos. De aquellos que tienen figuración y proyección. No me explayo en consideraciones a lo largo de la historia. Sería un trabajo agotador. Sólo como referencia pudiera citar la percepción que tengo acerca de liderazgos como los de De Gaulle y Churchill, o Stalin y Hitler, por solo mencionar algunos. Pero eso es harina de otro costal.
Me concreto a lo que hoy escribo sobre Venezuela. El paralelismo, por ejemplo, entre Betancourt y Villalba, afinidades y diferencias; entre lo que fueron Gómez y López Contreras. Sus ejecutorias, coincidencias y divergencias; entre Caldera y Luis Herrera. Para citar unos casos.
¿Con quién o quiénes trazar el paralelismo de Chávez? Difícil. Por no decir imposible. Éste rompió el molde. Ninguno de los prohombres de la cuarta república resiste la comparación con el arañero de Sabaneta en cuanto a habilidad política, capacidad de trabajo, intuición, dedicación a la causa popular, sentido social de la función pública.
Pero este escribidor se aparta del objeto de esta crónica y se va por las ramas tratando de explicar lo que pretendo. Al fijar un marco de referencia me aparto de lo que realmente tiene actualidad, pertinencia. Por eso, voy a lo concreto.
Y lo concreto -me explico- son las elecciones de gobernadores y consejos legislativos del próximo 16 de diciembre. Un evento que está a la vuelta de la esquina. En él se dilucida si la aplastante victoria de Chávez el 7 de octubre -basta compararla con la de Obama, quien le ganó a Romney por dos puntos, mientras que Chávez venció a Capriles por 12- se traslada a diciembre, más por el guayabo que produjo en la clientela electoral opositora que por los propios números.
Pero todo indica que así será. Con un aditamento que tiene gran atractivo: El duelo Elías Jaua versus Henrique Capriles. Dos personajes cuyo paralelismo plutarquiano se mide comparando la trayectoria de cada uno. Jaua: La consecuencia, la clara definición política e ideológica, la lucha popular de toda la vida. Desde la universidad hasta los altos cargos en el Gobierno revolucionario; y Capriles: La vida regalada, la compra de una diputación en el Zulia, región que no conocía, la aventura golpista en los años 2001-02-03, plaza Altamira, la celada a Rodríguez Chacín, la guarimba, los extravíos personales, la candidatura montada sobre un cerro de billetes verdes y un liderazgo de utilería.
¿Quién ganará? ¿Lo auténtico o lo postizo? Como decía Plutarco, muchas veces lo que define es la anécdota, a la hora de precisar el (no) paralelismo entre los hombres.
(Diario Vea)
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