viernes, 1 de marzo de 2013

La formación de cuadros


HÉCTOR RODRÍGUEZ

Si alguna debilidad tienen las fuerzas de izquierda en el proceso bolivariano es la falta de cuadros técnicos y políticos para la construcción de una patria. Esta debilidad es lógica en el contexto del proceso histórico: El sistema hegemónico ha puesto toda su superestructura al servicio de sus intereses de clases. Nuestro sistema cultural, legal, religioso y educativo está pensado y actúa en consecuencia para formar cuadros que justifiquen y reproduzcan un sistema injusto, desigual, poco solidario y que garantice los intereses de una clase minoritaria. Los partidos de izquierda, que ante la hegemonía del sistema fueron nichos de resistencia y de formación de cuadros para la liberación del ser humano, fueron duramente perseguidos e ilegalizados, sus cuadros desaparecidos y asesinados, como es el caso de Noel Rodríguez de quien sus restos supimos recientemente, después de 40 años de búsqueda o el caso de Jorge Rodríguez, padre, quien fue, entre muchos otros, brutalmente asesinado por los gobiernos de la derecha. Por otro lado, el pueblo fue excluido de los procesos de formación técnica. Difícilmente un pobre podía entrar a las universidades. Las universidades eran asfixiadas presupuestariamente, e incluso los gobiernos de la Cuarta intentaron la privatización de las pocas universidades públicas que quedaban.

Hoy, en 14 años de revolución, hemos tenido que hacer grandes sacrificios con los pocos cuadros políticos que sobrevivieron a cuarenta años de persecución y asesinatos, con los pocos cuadros técnicos que pudieron formarse, no siempre con claridad política, y paralelamente tratar de construir un partido que capte, organice, forme y movilice mientras se realiza un proceso de democratización que permita que el pueblo pueda contar con las capacidades técnicas para construir una patria digna, justa e igualitaria.
Para impulsar este proceso de formación de cuadros técnicos y políticos que nos permita alcanzar los objetivos, hemos concebido la Escuela de Formación Política “Willian Lara”, que proporcionará herramientas a los líderes de nuestra juventud en teoría de la organización política, para fortalecer la estructura del partido; en filosofía política, para fortalecer los conceptos en el debate sobre esta área; en economía política para contribuir al salto cualitativo de nuestra economía, de la rentista a una productiva; y en historia política, para no repetir nunca más las traiciones del pasado.
La mayoría de los jóvenes venezolanos soñamos con un país potencia, justo e igualitario y queremos materializar esos sueños. El querer es indispensable para hacer realidad ese sueño, pero no es suficiente. El “querer” debemos hermanarlo con el “poder”, la capacidad de hacer. Si logramos que nuestra juventud tenga la formación técnica y política que le confiera la capacidad de hacer, es decir, que se le otorgue un genuino poder, sustentado en el conocimiento, al cual se le sume este querer inmenso por nuestra tierra, estoy seguro de que esta generación, la generación bicentenaria, hará patria.

T/ Héctor Rodríguez Castro

@hectorodriguez

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