viernes, 16 de noviembre de 2012

Los mejores consejos para intolerantes a la lactosa



La intolerancia a la lactosa en la sociedad



Todos los que han pasado por un diagnóstico de intolerancia, conocen muy bien la sensación de desconcierto, se piensa que no será posible adecuar la alimentación a la nueva situación. Y sin embargo con el paso del tiempo, mucha voluntad y algo de ingenio para descubrir nuevos ingredientes (y evitar aquellos alimentos que tienen lactosa), el cambio suele ser a mejor, se conocen trucos para combinar la situación con una vida social activa.

Pero en lo tocante a la intolerancia, tan importante es adaptarnos como compartirla con familiares, amigos y conocidos, a fin de hacerla más visible y normalizarla. Y, desde luego si resulta complicado (al menos al principio), más difícil aún puede ser preparar un viaje siendo intolerante, bueno, en realidad lo era antes de comenzar a investigar.

¿Y sabéis que?, encarar una nueva condición en nuestra salud con éxito depende sobre todo de cómo nos sentimos y de cómo actuemos, así que seguro que resulta muy útil entender la importancia de ‘escuchar al cuerpo’, para poderle ofrecer aquellos alimentos que le harán sentir mejor.

¿Qué ocurre cuando la persona intolerante es un niño?




Pues que debemos obrar con la misma naturalidad que si fuera un adulto, y prestar mucha atención a los cambios en la alimentación, a la vez que les damos apoyo para conseguir que tengan la formación adecuada a fin de que poco a poco aprendan a cuidar su salud. Se hablado sobre las alternativas a los productos industriales, y acerca de las situaciones en las que los peques pueden estar expuestos al consumo de alimentos con lactosa.

Y también nos hemos puesto en la piel de esos padres que muestran preocupación ante una situación nueva, y que quieren lo mejor para esos hijos, ¿qué ocurrirá cuándo los progenitores no estén presentes?, imaginad el comedor del colegio, las excursiones, las fiestas, etc. Lo más sensato y adecuado es informarnos, comunicar nuestras preocupaciones, y después de esto, confiar en las personas que van a estar cuidando de los niños mientras nosotros no estemos.

En el fondo lo que deseamos es sentirnos bien



Y a fin de cumplir este propósito, la forma cómo nos alimentamos es decisiva: una alimentación equilibrada, escogiendo los ingredientes y alimentos que mejor nos sientan, prestar atención al proceso digestivo, etc. son claves para un buen funcionamiento de nuestro organismo.

Creemos firmemente que por lo general todos deberíamos alimentarnos bien para vivir mejor, ¿sabéis que significa esto? Y como también nos gusta ocuparnos de preocupaciones muy concretas, hace unas semanas decidimos ofrecer a nuestros lectores unos consejos para prepararnos de cara al otoño.

Somos muy conscientes de la importancia que tiene el aporte de minerales (sobre todo calcio) y vitaminas que nos traen los lácteos, y sabemos que para mantener nuestros huesos fuertes, no es necesario consumir lactosa. Como también entendemos que no siempre los lácteos nos sientan mal (para eso tenemos en el Espacio una buena selección de aquellos que no llevan lactosa), así que nos hemos propuesto descubrir sus virtudes en las épocas más frías del año.

¿Sabemos descubrir la lactosa en las etiquetas?



A fin de eludir el consumo de lactosa, debemos ser conscientes de que no sólo es necesario evitar cualquier tipo de lácteos (exceptuando aquellos libres de este azúcar), sino que también seremos muy cuidadosos porque hay alimentos no lácteos que la contienen (por ejemplo embutidos, salsas o purés).

nos han acercado una información muy valiosa sobre las pistas para detectar lactosa en las etiquetas, que también nos amplia los conocimientos en materia del etiquetado y su normativa.

Esperamos que trayendo nuevas recetas sin lactosa, aportando nuestras experiencias y conocimientos, y acercándoos todos aquellos aquellos aspectos de interés que os sirvan para adecuar la vida diaria a la intolerancia a la lactosa.

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