Desde que Venezuela se desvinculó de la DEA en 2005 se multiplicaron los aciertos en la lucha contra el tráfico. 88 jefes narcos capturados. Solo en 2011, 42 toneladas de cocaína decomisadas.
En septiembre de 2011 el irlandés Jhon Twell fue detenido en el aeropuerto de Maiquetía con 33 kilos de cocaína. “Preso en el extranjero”, programa de la National Geographic, lo presenta al mundo como otra víctima del autoritarismo reinante en Venezuela. A pesar de la campaña de difamación incesante, la Revolución Bolivariana no cesa en la consolidación de la independencia. La guerra de IV generación llegó para quedarse y la guerrilla comunicacional de Nuestramérica no cede un ápice. La única verdad es la realidad.
Mentira y tergiversación. En su emisión televisiva, la estadounidense National Geographic aseguró que Twell fue detenido con 6 kilos de cocaína y sometido a "múltiples torturas psicológicas y físicas” por funcionarios policiales venezolanos. La verdad sentencia que al ciudadano irlandés se le incautaron 33 kilos de cocaína que pretendía despachar a Madrid a través del vuelo UX-72 de Air Europa. No hubo vejaciones de ningún tipo.
La verdad también marca que desde que Venezuela se desvinculó de la DEA en 2005 (ente internacional tutelado por EE.UU. y sospechado de vínculos con el narcotráfico a pesar de tener como objetivo combatirlo) se multiplicaron los aciertos del Gobierno bolivariano en su lucha contra el tráfico de drogas. Solo como ejemplo, 88 jefes narcos fueron capturados. Además, en el 2011, se decomisaron 42 toneladas de drogas.
En las últimas horas y después de ser detenido en Táchira, se ajustan detalles para extraditar a Colombia al jefe narco-paramilitar “El Loco” Barrera. Esta verdad tampoco fue noticia para el cartel de la prensa privada que antaño agitó sobre Venezuela el falaz rótulo de Narco-Estado.
Dicha estrategia también fue implementada en Colombia pero, por desgracia, con otros resultados. El Plan Colombia constituyó la piedra angular para el desembarco militar yanqui y la oleada represiva contra toda expresión de pueblo organizado.
Por último, otra verdad que no figura entre las noticias de National Geographic y su programa “Presos en el extranjero”, es la sistemática violación de los derechos humanos que comete EE.UU. contra los 150 reclusos que sobreviven en Guantánamo. El re-electo Obama prometió en 2008 cerrar la cárcel donde se castiga sin juicio previo a supuestos paladines del terrorismo. Nada de eso sucedió.
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