lunes, 10 de diciembre de 2012

Diego Arria ante el anuncio presidencial: Chávez no juega limpio

Diego Arria.
Caracas, 10 de diciembre de 2012 * El autor de Venezuela, la Hora de la Verdad, asegura que se abre un nuevo y dramático escenario político con la designación de un candidato oficialista para nuevos comicios, que permitirían enfrentar la realidad que se cierne sobre Venezuela.

Seguro de que su planteamiento político se mantiene vigente, Diego Arria sostiene que el anuncio del presidente Hugo Chávez respecto a la designación de Nicolás Maduro como candidato presidencial para un eventual proceso electoral en caso de que no pueda asumir el período 2013-2019 constituye la oficialización de un proceso de transición política en el país.
“Es evidente que la transición comenzó”, asegura Arria, quien argumenta que la selección de  Maduro se habría acordado con los hermanos Castro en Cuba. Chávez, al decretar a su ungido candidato, apela a la modalidad practicada por el dictador Kim Li Sung –como si Venezuela fuese una monarquía o una dictadura.
El anuncio de Chávez obliga a acelerar el proceso de conceptualización de la Gran Alianza Nacional, que según Arria es la única posibilidad que tiene el país para enfrentar la crisis que se avecina; “pues no se trata solo de la unidad de partidos políticos, sino de una Gran Alianza Nacional despersonalizada que incorpore efectivamente a los gremios, sindicatos, líderes juveniles, grupos empresariales, universidades, academias, iglesias y otros sectores del país”.
Chávez habló de posibles elecciones presidenciales en 2013, lo que exige un replanteamiento de las relaciones con el Consejo Nacional Electoral. “Yo retomaría la solicitud de elecciones con papel y lápiz, la revisión del Registro Electoral y la definición clara de reglas que garanticen la transparencia para evitar cualquier posibilidad de “triquiñuelas” en el proceso”, advirtió Arria, quien recalcó que mientras esas condiciones electorales no se den, el CNE seguirá siendo el Ministerio de Elecciones. Del mismo modo señala que urge enfrentar el riesgo que significa el Plan República al mando del Ministro de la Defensa  -Almirante Diego Molero-quien insiste en calificar a la Fuerza Armada como revolucionaria, socialista al servicio de Chávez, en contravención al artículo 328 de la Constitución vigente.
Muchos se preguntan ¿Cuándo toca hablar claro? Y a ellos hay que decirles que tenemos la responsabilidad de aplicar el aprendizaje del pasado 7 de octubre. Sería intolerable que se vuelva a plantear que la exposición de verdades respecto a los peligros que asechan al país en el ámbito electoral, económico, social, político y militar genera abstención. Eso sería menospreciar a los electores y ciudadanos responsables.  
Arria asegura que los anuncios del presidente Chávez no tienen precedentes constitucionales, políticos ni militares, por lo que la reacción de parte de la alternativa democrática no puede ser una réplica de los conceptos y las modalidades utilizados hasta ahora.
Para Arria se presenta una nueva oportunidad de plantear la lucha política desde la confrontación ideológica, pues “no se trata de entrar a una subasta por el voto, en función del populismo o de las comparaciones de eficiencia en la redistribución de la riqueza”. Chávez oficializó la transición, y es nuestra responsabilidad asumir el desafío de ponerla en práctica, con una propuesta que valore a los venezolanos. Que ofrezca claramente nuevos horizontes, ideas y valores que nos distingan del rumbo comunizante que se acelera bajo este régimen.
Evidentemente la alocución de Hugo Chávez replantea el proceso electoral del 16 de diciembre. “Votar el próximo domingo trasciende esa elección. Ganar espacios políticos podría impedir que un eventual gobierno de la alternativa democrática se enfrente a gobernadores inspirados en el odio, la revancha y la venganza. Imagínense un próximo gobierno con todos los poderes públicos en contra, sumados a gobiernos regionales, también signados por la visión hegemónica”, advirtió Arria.
En este sentido, Arria señaló como una amenaza las declaraciones del presidente de la Asamblea Nacional, quien aseguró horas después de conocerse la recurrencia de células malignas en el cuerpo del Presidente, que solo Chávez garantiza la paz y la seguridad en el país. “La Fuerza Armada, debería pronunciarse, porque el propio Chávez ya dijo que no estaría”. ¿A qué debemos atenernos entonces los venezolanos?.

Falta indignación

Diego Arria denunció la falta de indignación de parte de la bancada opositora en la Asamblea Nacional.“Legitimar que un Estado extranjero sea el único que conozca con certeza los alcances de la enfermedad del mandatario venezolano es un mensaje muy malo para la sociedad venezolana”.
Nosotros no somos los responsables de la salud del presidente. Él en cambio ha sido irresponsable con su salud. Asumió una campaña en conocimiento de sus limitaciones; por eso el adelanto de las elecciones para octubre. Se ha cansado de mentir; incluso durante la madrugada del viernes; cuando llegó a Venezuela hablando de dónde era la pachanga y de celebraciones, aun cuando ya sabía todo lo que le contaría al país 36 horas después.
Chávez no juega limpio al continuar escondiendo la realidad del mal que le aqueja. Es un comportamiento absolutamente irresponsable e inaceptable en una democracia.
Falta indignación. Aquí ante la burla continuada de Hugo Chávez alarma que tantos dirigentes se tomen de las manos y rueguen por la salud del personaje que cruel y abusivamente mantiene privados de libertad y de asistencia médica adecuada a venezolanos como Ivan Simonovis y Maria Afiuni.

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