"Lo que pase el 16 de diciembre puede tener efectos demoledores, comparables a un tsunami". "Ahora bien, todo indica que en la cúpula de la oposición no hay claridad al respecto", advierte Rangel.
En su columna El Espejo, publicada este lunes en el diario Últimas Noticias e intitulada "Segunda vuelta", el periodista José Vicente Rangel escribe que “las elecciones regionales, dada la escasa distancia que las separa de las presidenciales del 7 de octubre, prácticamente equivalen a una segunda vuelta. Ahora estaría planteado ratificar aquel pronunciamiento del electorado o modificarlo.Agrega que "la oposición fue derrotada en una elección presidencial el 7-O. El liderazgo personal de Capriles sucumbió ante Chávez. Es la primera lectura de lo que sucedió en esa oportunidad. La victoria del Presidente sorprendió al mundo antichavista que, por el clima letal que lo envuelve, no creyó posible una derrota de tal magnitud. La tupida cortina de prejuicios, la feroz campaña sobre la salud de Chávez y el agotamiento del proceso bolivariano, en fin, todo cuanto ocurre en ese territorio minado por la irracionalidad, no tuvo explicación oportuna a lo sucedido".
"El voto regional, la manera cómo el chavismo se impuso a lo largo y ancho del país, con excepción de los estados Mérida y Táchira, tiene proyección sobre el mapa electoral para que éste de mantenga o cambie. Para una oposición que viene, no sólo de una derrota inapelable cuando Chávez se impuso, sino que logró ganar en 21 estados, incluyendo bastiones emblemáticos opositores como Zulia, Miranda, Nueva Esparta, y dos que dieron el salto, Lara y Monagas, lo que pase el 16 de diciembre puede tener efectos demoledores, comparables a un tsunami".
"Ahora bien, todo indica que en la cúpula de la oposición no hay claridad al respecto. No hay conciencia sobre un desenlace que sepulte ilusiones y estimule factores desestabilizadores, siempre a la caza de oportunidades para arremeter contra la Constitución. Lo indica el lenguaje en esta nueva campaña, el mismo que la condujo a la derrota. No hay iniciativas ni aportes novedosos al debate".
"No debe extrañar que el resultado del 7-O se reproduzca el 16-D, incluso en forma más contundente. Como se deduce de las encuestas que se conocen. Pero también en esta materia se repite el error: no creen en ellas y las descalifican, o las inventan, como ya lo hicieran durante la campaña de octubre", concluye el avezado periodista.
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