miércoles, 29 de mayo de 2013

Ahora o nunca


Por: Julio Escalona | Martes, 21/05/2013 02:30 PM


El presidente Chávez organizó el proceso más amplio de transferencia de renta petrolera hacia los oprimidos, que se haya realizado en Venezuela buscando transformar las relaciones sociales basadas en la explotación.

El poder mundial lleno de temor planteó una guerra por el control de la renta petrolera. Fracasó en abril de 2002, con el paro petrolero de 2002-2003, el referéndum revocatorio de 2004... Pero no desistió. Hoy, ante la muerte del presidente Chávez y el ajustado resultado del 14-A, ha desatado una batalla de ahora o nunca para derrocar al proceso bolivariano utilizando una guerra de baja intensidad (mediática, psicológica y económica). Se tomará el tiempo que sea necesario desde la formación de un gobierno paralelo hasta las elecciones parlamentarias de 2015, el revocatorio de 2016 o cualquier desenlace al que esa guerra pueda conducir. 

Por ejemplo, la gente recibió viviendas, educación, salud y otros beneficios mediante procesos no mercantiles fundados en la justicia, no en un precio de mercado. 

Cada vez que se recibió renta petrolera, se recibió naturaleza, trabajo humano... que deben ser compensados en acto de responsabilidad solidaria, tanto con la sociedad como con el planeta. Entonces, cuando el presidente Maduro dice que se debe pagar por las viviendas recibidas, creo que se está refiriendo a esta compensación, la que puede hacerse a través de dinero y servicios comunitarios que sustenten la convivencia solidaria en los lugares donde se vive, se trabaja, se estudia... No se está refiriendo a un proceso mercantil sino a un acto de retribución sin el cual desaparecería el amor altruista, fundamento de vida comunal en paz. Si no, seríamos una sociedad de aprovechadores regida por la viveza del que evade responsabilidades y acumula poder, fundamento de la corrupción, del maltrato de la burocracia... Ya vimos la guerra mediática que se desató.

La polarización electoral del 14-A crea la apariencia de que nos dividimos en dos mitades. Hay un pueblo hermano que debe despertar y asumir su condición de explotado, lo que rompería esa polarización desnudando la relación social entre explotados y explotadores. La pedagogía política es el camino. Las dádivas que se toman y se sigue pensando igual o las consignas y la agitación no son suficientes.

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