jueves, 1 de noviembre de 2012

¿DEBIÓ USTED CELEBRAR HALLOWEEN?

Hay prácticas culturales que propician la liberación de los pueblos, los tientan a revolucionarse. Otras, aquietan las aguas de la historia, mantienen la opresión del opresor sobre el oprimido.



El Gobierno nacional eliminó la promoción de las fiestas de Halloween en los hoteles que pertenecen a Venetur, cadena recuperada por la Revolución Bolivariana. Expresó que financiar dicha festividad, promociona "valores neo-colonizadores".

Desde una lógica simplista, la decisión gubernamental transitaría por la delgada línea que separa la soberanía cultural de un chauvinismo del Siglo XXI. No lo hace, goza de buena salud y sobretodo alimentan el debate. Como la mayoría de los sucesos de este proceso revolucionario, invita a pensar en el campo de batalla inherente al campo cultural. Porque así como se corre el peligro cierto de abonar nacionalismos intolerantes, la decisión ministerial revitaliza el concepto olvidado de manipulación cultural. Coloca blanco sobre negro, hace evidente un frente de disputa que el proceso revolucionario debe asumir en pos de la segunda y definitiva independencia.

Los mestizajes, trashumancias, articulaciones; son inseparables de las culturas de los pueblos. Quien pretenda purismos en esta materia peca de obtuso. Cuenta la historia que Halloween es una antigua celebración pagana que los celtas transmitieron a los sajones y en la segunda mitad del Siglo XX, tiempos de globalización pero sobretodo de apogeo del mercadeo capitalista, pisó suelo latinoamericano. Hay quienes sostienen que la festividad original de esta parte del globo sería el día de Los Muertos. No el 31 de octubre, sino exactamente un día despúes.

¿Cuál es el estatuto de "originalidad" que respeta dicha fiesta? Sus lazos con el cristianismo son más que probados, dato que permite concluir que su arribo fue posterior a 1492. Sin embargo, la conclusión no pude ser tan tajante. Los pueblos originarios mantenían ritos y prácticas culturales estrechamente ligadas al inframundo. Tal vez el Día de los Muertos constituya el resultante de la batalla simbólica entre culturas diferentes.

Todo lo anterior para intentar romper con una lógica de pensamiento binario. No existe expresión cultural en el mundo que pueda arrogarse el calificativo de "puro".

Esta máxima que el autor plantea a rajatabla debe contraponerse a otra: no todo es relativo. Hay prácticas culturales que propician la liberación de los pueblos, que los empujan a superarse, los tientan a revolucionarse. Otras, ligadas a la lógica del mercado y el imperalismo, aquietan las aguas de la historia, mantienen el estado de cosas, la opresión del opresor sobre el oprimido. El debate de fondo en torno a Halloween y el camino forjado por pueblo venezolano debe inscribirse en este terreno.

Sea como fuere, mientras este miércoles algunos celebraron la oscuridad de Halloween, otros celebramos la luz que nos dio nuestro padre cantor, Alí Primera.

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