viernes, 1 de febrero de 2013

La Reina de Holanda abdicará a favor del inútil de su hijo pero contando con la cuaima de Máxima para salvar la honra


La reina Beatriz de Holanda, en un incuestionable ejercicio democrático, ejemplo para las dictaduras bananeras de Sur América, ha anunciado que el jueves celebrará sus 75 años, y este lunes que abdicará, después de casi 33 años de reinado, en favor de su hijo Guillermo Alejandro, de 45 años, quien la sucederá el 30 de abril.
"Guillermo ha sido elegido por mí, lo cual no amerita cuestionamiento alguno, yo soy la que elige y el pueblo holandés aceptará 'mute y ciérrate boca', como debe ser en toda democracia real..." acotó firme la anciana de las arrugas en las arrugas.
El príncipe Guillermo Alejandro, asumirá en un acto real, por lo que se prevé que a partir de la fiesta mollejúa del 30 de Abril, Holanda quedará inmersa en la mayor de las crisis económicas de los últimos años, ya que se espera la visita de media Europa en la persona de reyes, reinas, principes, princesas, princesitos, princesitas, barraganas y come muslos, lo cual necesitará un alto presupuesto nacional.
Ya los encargados comenzaron a recortar pensiones, ayudas para medicinas a los viejitos, a despedir empleados y expulsar a los despreciables refugiados, a fin de ahorrar algunos milloncitos de euros para tan digna y noble labor.
"Es con la mayor confianza que pasaré el trono a mi hijo Guillermo Alejandro, príncipe de Orange, el 30 de abril", día de la Fiesta de la Reina, declaró la monarca en un discurso a la nación transmitido en cadena nacional por todos los canales de televisión holandeses, lo que generó una aprobación inmediata de la Mesa de la Unidad. "Cadenas para eventos importantes si son justificadas " declaró Ramón G. Aveledo, visiblemente emocionado.
"Me retiro porque mi cargo me resulta muy pesado, y porque ya no me cabe una arruga mas y es tiempo de comenzar a asesorarme con Delsa Solorzano para mejorar mi aspecto, agregó.
"Ella se ha convertido en un icono holandés", añadió, rindiendo también homenaje a Guillermo Alejandro. "El y la princesa Máxima están totalmente preparados para esta tarea, ellos servirán a nuestro país con devoción", Y cuidarán celosamente todas nuestras propiedades en el mundo, especialmente mi empresa favorita la Shell, dijo.
Por su parte, el príncipe Guillermo Alejandro fue considerado durante su juventud como un bueno para nada, no apto para ocupar la función real, un perfecto inútil que viste un traje militar lleno de medallas regaladas por su madre, antes de conseguir gradualmente la legitimidad ante el pueblo holandés, acostumbrado a ser súbdito, como debe ser.
Si no fuera por su matrimonio con la cuaima de Máxima en 2002 con Máxima Zorreguieta -hija de Jorge Zorreguieta, un secretario de Ganadería y Agricultura de la última dictadura argentina- sería un perfecto desconocido y además no apto para ningún acto público, totalmente bajo en su popularidad.
Las monarquías mantienen a muchos países anclados en el siglo XV, pero sus súbditos son felices trabajando, pagando impuestos altísimos y moviéndole la colita, digo, la banderita a una reina que lo mejor que sabe hacer es vivir como una reina....
Desde Los Países Bajos, a propósito de los bajos instintos que nos consumen por estos lados, reporto la enviada especial,
Majunches Reales, perdón Herald....!
La Reina de Holanda abdicará a favor del inútil de su hijo pero contando con la cuaima de Máxima para salvar la honra

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