“Una sorda guerra se libra entre el multimillonario Carlos Slim y un venezolano también inscrito en el mundo del dinero”, afirma el periodista Miguel Salazar en su semanario, y que el empresario mexicano que pretendió comprar Cantv, “hoy estima pasar la factura, por ello, estando al tanto de la digitalización de nuestra televisión, se ha propuesto comprar Rctv para entrar en el negocio”, contando “con el visto bueno de Marcel Granier”.
El hijo de Slim supuestamente estuvo "en Caracas (muy de bajo perfil) para entrevistarse con quien hará las veces de testaferro en la adquisición de Rctv", según Salazar.
El empresario lleva años buscando un cambio regulatorio, para entrar en el negocio de la televisión digital en su país, “enfrentando rivales en busca de la pieza dorada que le falta a su imperio de telecomunicaciones latinoamericano: una licencia de televisión en su propia tierra”, según Reuters. Mientras tanto, intenta también ingresar en Venezuela, que también se ha mostrado huidiza a su mega inversión.
Slim, es considerado el hombre más rico del mundo; domina el mercado de las telecomunicaciones aztecas, con la telefónica Telmex, que supuestamente apoyó la candidatura de Henrique Capriles, con cientos de miles de llamadas proselitistas a Venezuela, bajo una posible promesa de una concesión para Rctv. Telmex posee 14.6 millones de líneas fijas y su competidora más cercana, Televisa, tiene apenas 684 mil líneas.
La idea del mexicano es ofrecer televisión digital, internet y telefonía en Venezuela, para controlar un sensible mercado, que influye fuertemente en las vidas de las personas. Slim adquirió Telmex de manos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que apoya al presidente neoliberal Enrique Peña Nieto.
El hijo de Slim supuestamente estuvo "en Caracas (muy de bajo perfil) para entrevistarse con quien hará las veces de testaferro en la adquisición de Rctv", según Salazar.
El empresario lleva años buscando un cambio regulatorio, para entrar en el negocio de la televisión digital en su país, “enfrentando rivales en busca de la pieza dorada que le falta a su imperio de telecomunicaciones latinoamericano: una licencia de televisión en su propia tierra”, según Reuters. Mientras tanto, intenta también ingresar en Venezuela, que también se ha mostrado huidiza a su mega inversión.
Slim, es considerado el hombre más rico del mundo; domina el mercado de las telecomunicaciones aztecas, con la telefónica Telmex, que supuestamente apoyó la candidatura de Henrique Capriles, con cientos de miles de llamadas proselitistas a Venezuela, bajo una posible promesa de una concesión para Rctv. Telmex posee 14.6 millones de líneas fijas y su competidora más cercana, Televisa, tiene apenas 684 mil líneas.
La idea del mexicano es ofrecer televisión digital, internet y telefonía en Venezuela, para controlar un sensible mercado, que influye fuertemente en las vidas de las personas. Slim adquirió Telmex de manos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que apoya al presidente neoliberal Enrique Peña Nieto.
La Cámara Nacional de la Industria de Telecomunicaciones por Cable (Canitec) de México, se ha opuesto sistemáticamente a que Slim acceda al mercado de TV digital, acusándolo de prácticas monopólicas y de ser “un Estado dentro del Estado”.
El presidente honorario de Grupo Carso (América Movil) ha declarado que “el sistema nervioso de esta civilización es la tecnología de la información y estamos al principio de su desarrollo. Aunque lo que hemos visto en estos últimos 10 años es enorme y muy importante, estamos al principio. El potencial de inversión y de actividad en estos campos creemos que es muy grande”.
Slim, dice que es necesario ante la crisis mundial, vender activos. “El Estado hace demasiadas cosas. Lo que debe hacer son dos cosas: vender activos, que bajen su endeudamiento y sus déficits, pero también invitar al sector privado y a esos grandes recursos que hay en todo el mundo, por la política monetaria laxa que hay en Estados Unidos y en Europa también, y por las bajas tasas de interés, a que hagan la inversión que el Estado ya no tiene por qué seguir haciendo”.
Fuente http://www.laiguana.tv
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