martes, 8 de enero de 2013

La Historia tras Ramón Guillermo Aveledo, un instrumento de la oligarquía venezolana


Ramón Guillermo Aveledo desde sus inicios en la política ha sido un alto dirigente del partido socialcristiano COPEI. Fue diputado al extinto Congreso de la República por el Estado Lara, durante tres períodos constitucionales (desde 1994 hasta 1999). Allí se desempeñó como jefe de la fracción parlamentaria del partido verde y dos veces fue presidente de la Cámara de Diputados.

Durante la presidencia de Luis Herrera Campíns, ejerció como secretario privado de éste por cuatro años. Luego ocupó la presidencia de Venezolana de Televisión (VTV) entre 1983 y 1984. No se recuerda ninguna actuación trascendental de este señor en los años que representó a lo más rancio de la política burócrata del puntofijismo.

El estrellato de este señor llegó a finales del año 2002 y comienzos de 2003, cuando en su carácter de presidente de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) decidió suspender la temporada de beisbol profesional de ese año, dejando a la fanaticada colgada de la brocha, y apoyando automáticamente el paro patronal organizado por Fedecámaras contra el gobierno constitucional y que produjo serios daños a la República y a la industria petrolera.

Era de esperarse una decisión de esta magnitud. Los grandes grupos de poder como la organización Cisneros, y empresas Polar que participaban en el paro, eran también los dueños del beisbol en Venezuela. Aveledo era sólo un administrador de los grupos de poder, un representante muy específico de esa oligarquía nacional que siempre ha apostado contra el país y que invierte en el beisbol -uno de los negocios más rentables del mundo- para seguir llenando sus arcas y rebajar la carga impositiva.

Sumarse al paro petrolero de finales de 2002, le costó bien caro a los ocho equipos de la LVBP, se calcula que más de 3 millones de dólares perdieron los empresarios, esta cifra revela el carácter capitalista de ese deporte. Pero esas pérdidas millonarias no importaron porque el objetivo era salir de Chávez.

De modo que Ramón Guillermo Aveledo hoy disfruta de esa cuota de poder gracias a su obediencia y lealtad para con esos grupos oligárquicos. Aveledo forma parte de la nefasta historia de Venezuela durante el paro patronal que junto a Fedecámaras, la CTV y la Gente del Petróleo apostaron a la ruina de todos sólo por el hecho de querer derrocar al presidente.

Las pérdidas de la república durante los días del paro patronal fueron mil millonarias, algunos calculan que más de 30 millones de dólares fue el saldo de esa aventura. Pero eso sería lo menos importante: allí se perdieron vidas, gente que pasó penurias para conseguir productos de primera necesidad como alimentos, el gas y la gasolina. De los casi tres millones de barriles que producía Venezuela, bajó a 25 mil a mediados de diciembre. Hubo que traer gasolina de Brasil, Trinidad, y otros para suplir la escasez.

Ahora -11 años después- Aveledo junto a sus acólitos, planea reeditar el caos con la excusa de la enfermedad del Presidente, apoyado por los mismos grupos oligárquicos que lo colocaron en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) a dirigir a los muchachos de Primero Justicia.

Declaración tras declaración busca provocar estallidos en todo el país, explosiones sociales, que la gente se rebele, y el país sea ingobernable.

Pero como toda la oposición venezolana, Aveledo no entiende que este pueblo aguerrido aguanta pacíficamente cualquier adversidad, que a pesar de sus mezquindades y malos augurios el pueblo soportará junto a Chávez la andanada de sandeces que ocultan su verdadero interés: hacerse del poder para implantar en Venezuela el mismo esquema cuarto republicano que él muy bien conoce y que sumió a este país en la más profunda pobreza y miseria.

Ahora en estos momentos que Ramón Guillermo Aveledo, instrumento de la más rancia oligarquía venezolana ataca sin piedad, el pueblo venezolano debe dar –una vez más- su lección de unidad y lealtad al líder indiscutible de los pobres, al líder que ha luchado junto al pueblo por una patria libre y soberana.

@DifundeLaVerdad

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