viernes, 8 de marzo de 2013
Chávez, siempre generoso
Chavez, Amaury y Silvio
Con extraordinario dolor he vivido la muerte del Comandante Presidente, Hugo Chávez. Tuve el privilegio de conocerlo y compartir con él en Caracas y en La Habana. Una sonrisa bordaba sus labios.
Nuestro Comandante en Jefe le había comentado de mi veta humorística y, en cada encuentro bromeábamos sobre asuntos mundanos como dos viejos amigos, por cierto, contemporáneos. En aquellas ocasiones me repetía jocoso y jovial: ¡Tú, Amaury, eres mayor que yo y más alto, así que tengo que mostrarte respeto! Yo lo abrazaba divertido, respondiéndole: ¡Sí, Presidente, soy mayor y más alto, pero no tan grande!.Fidel, a nuestro lado, reía hasta alcanzar la carcajada.
En estas últimas horas he acompañado en la tristeza a la inmensa Venezuela, tierra que tanto amo, he pensado en Hugo, sus padres, hijos, nietos, hermanos, en Adán especialmente, sus compañeros de lucha, en el Canciller Elías Jagua, amigo de larga data, en el futuro de una Revolución Bolivariana que a todos nos pertenece, y en Fidel y Raúl que deben estar pasando momentos sentimentales intensos en la fría certeza de la ausencia definitiva.
Chávez era un ser de luz, de religión, un hombre sincero que soñaba (sueña) con una Patria Grande, un estadista de intachable honestidad, un amigo de Cuba como pocos, dispuesto a recibir críticas e infamias al blasonar de su amistad con nuestros líderes, y el proyecto de país al que hemos dedicado la vida.
He rezado por su alma límpida y cristalina, y hasta el último aliento le daré gracias por haber puesto a Venezuela en el mapa definitivo del sentir cubano y dedicarnos, sin cortapisas, el regalo de un amor criollo y llanero desde su corazón siempre generoso.
¡Hasta que nos encontremos, Presidente!
Cantautor cubano AMAURY PÉREZ VIDAL
7 de marzo de 2013.
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