"Capriles y su irresponsable comando han despertado peligrosas expectativas que van más allá de sus reales posibilidades. La suya es una campaña montada al aire; sobre una estructura de anime".
Marciano intituló su columna publicada este viernes "Entrampado". En ella afirma que "Capriles está entrampado; está en un berenjenal. Con la particularidad de que la trampa en la que se halla actualmente no se la puso nadie, sino él mismo. Al final le pasará la de Chacumbele que se mató solito".
Advierte que "nunca se planteó en Venezuela, durante otros procesos electorales, marcados también por la polarización, un abismo de la magnitud del que existe hoy día entre el optimismo desbordante, que irresponsablemente difunden Capriles y los caprileros, y lo que proviene de la realidad. Una cosa es la alharaca retórica, el caudal de mentiras, las falsificaciones de los hechos, y otra bien distinta es lo que cualquier observador desprevenido puede captar cuando hace seguimiento de la campaña del candidato de la ultraderecha".
Reconoce que "Capriles, es cierto, se ha movido por el país", pero, a su juicio "el resultado de tal actividad es magro. Por eso es que en las encuestas no hay reflejo de lo que hace, y su candidatura a duras penas tramonta. A pocos días de los comicios, una encuestadora que está con él, Datanálisis, le da 29% de aceptación, mientras que Chávez aparece con 45% de apoyo. O sea, que luego de la inversión publicitaria, mediática y del esfuerzo físico gigantesco del candidato, éste todavía está diez puntos por debajo de Manuel Rosales".
"La espuma de la publicidad potencia todo cuanto se hace. Y allí está exactamente, la característica esencial de la trampa en que se halla. Porque Capriles, y el irresponsable comando que lo mueve, han despertado peligrosas expectativas que van más allá de sus reales posibilidades. La suya es una campaña montada al aire; sobre una estructura de anime. No tiene capacidad para soportar una victoria, pero sí para levantar una ola de ilusiones. De esa visión triunfalista a la victoria, hay una inmensa distancia", alerta Marciano.
Finalmente el columnista se pregunta: ¿Qué hará cuando en vez de la victoria coseche la derrota? ¿Qué explicación le dará a los suyos y cómo hará para controlar la irracionalidad que se desate? Él no tiene ni el coraje ni la experiencia ni el liderazgo que se requieren en una situación de crisis para evitar desbordamientos. Entonces ¿cuál es su reto? Cualquier pendejada: salir de la trampa que él mismo se construyó".
(DIARIO VEA)
Acá la columna completa:
Fuente http://www.laiguana.tv
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