Siguiendo con el post de una casa minimalista, vamos a ver ahora los pasos que podemos seguir para alcanzar este objetivo:
1. Lo primero que hay que hacer, es empezar por una habitación. Hacer toda la casa a la vez puede ser frustrante. Puedes empezar con la que más tiempo pases a lo largo del día. Hasta que no te sientas a gusto con los cambios, no pases a otra. De esta manera haz toda la casa.
2. Empieza con el mobiliario. Es el elemento más influyente. Intenta eliminar todo lo que puedas, simplificando de esta manera el cuarto, sin que afecte a la utilidad de la habitación. Deja solamente lo esencial. Si no es indispensable, elimínalo.
3. Limpia las superficies lisas. No hace falta que todas las superficies de tus muebles tengan algo encima. Eliminalo todo y guardalo en armarios o cajones. Cuanto menos cosas dejes, más importancia tomarán.
4. Limpia el suelo. No ha de haber nada en el suelo, a parte de los muebles. Lo mismo que en el punto anterior. Para algo están los armarios.
5. Limpia las paredes. No hace falta atiborrar las paredes de elementos de decoración. Elige uno simple.
6. Elimina de los armarios y cajones lo que ya no necesites. Esto ayudará a poder guardar lo que estás quitando del resto de la casa y además no tardarás tanto tiempo en encontrar las cosas.
7. Utiliza decoración simple. Los cuadros, las cortinas, los elementos de decoración, no han de ser complejos ni barrocos. Intenta que sean simples.
8. Dale una vuelta de tuerca. Cuando acabes de arreglar una habitación, déjala unos días así y sientela. Luego, revisa que puedes quitar o reordenar.
En resumen: Elimina lo innecesario, guarda todo en su sitio (armarios, cajones, etc) y lo que no te sirva, tíralo o véndelo.
Y el último paso y más importante... ¡sientate y distruta de tu nueva casa!
Visto en ZenHabits.
1. Lo primero que hay que hacer, es empezar por una habitación. Hacer toda la casa a la vez puede ser frustrante. Puedes empezar con la que más tiempo pases a lo largo del día. Hasta que no te sientas a gusto con los cambios, no pases a otra. De esta manera haz toda la casa.
2. Empieza con el mobiliario. Es el elemento más influyente. Intenta eliminar todo lo que puedas, simplificando de esta manera el cuarto, sin que afecte a la utilidad de la habitación. Deja solamente lo esencial. Si no es indispensable, elimínalo.
3. Limpia las superficies lisas. No hace falta que todas las superficies de tus muebles tengan algo encima. Eliminalo todo y guardalo en armarios o cajones. Cuanto menos cosas dejes, más importancia tomarán.
4. Limpia el suelo. No ha de haber nada en el suelo, a parte de los muebles. Lo mismo que en el punto anterior. Para algo están los armarios.
5. Limpia las paredes. No hace falta atiborrar las paredes de elementos de decoración. Elige uno simple.
6. Elimina de los armarios y cajones lo que ya no necesites. Esto ayudará a poder guardar lo que estás quitando del resto de la casa y además no tardarás tanto tiempo en encontrar las cosas.
7. Utiliza decoración simple. Los cuadros, las cortinas, los elementos de decoración, no han de ser complejos ni barrocos. Intenta que sean simples.
8. Dale una vuelta de tuerca. Cuando acabes de arreglar una habitación, déjala unos días así y sientela. Luego, revisa que puedes quitar o reordenar.
En resumen: Elimina lo innecesario, guarda todo en su sitio (armarios, cajones, etc) y lo que no te sirva, tíralo o véndelo.
Y el último paso y más importante... ¡sientate y distruta de tu nueva casa!
Visto en ZenHabits.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios