Trabajadores españoles organizan la segunda huelga general de este año, y la novena en su historia democrática, como medida de protesta ante la reforma laboral y las medidas de austeridad impulsadas por el Gobierno de Mariano Rajoy.
Los representantes de Comisiones Obreras (CCOO), Ignacio Fernández Toxo, y de la Unión General de Trabajadores (UGT), Cándido Méndez, instaron a los trabajadores y las trabajadoras de España a no tener miedo a los empresarios, y esperan que se le haga un gran seguimiento al paro.
Toxo afirmó que "cada vez hay más razones para la huelga. Lo que era una indignación sostenida y contenida de la gente se ha convertido en la conciencia de que merece la pena ir a la huelga contra la sinrazón de unas políticas que están empobreciendo a los trabajadores”".
Por su parte Méndez, informó que el día 14 de noviembre se colmarán las calles "con un clamor popular que exija al Gobierno un cambio en sus políticas, o que se vaya". Aunque el presidente español Mariano Rajoy de antemano opinó que "un paro no ayuda a la imagen exterior de España, ni sirve para generar actividad y empleo".
Es importante resaltar que España actualmente presenta una cifra récord de desempleo que sobrepasa del 25% de la población en edad productiva de todo el país, con un total de 4.833.521 personas en el paro. Y vale decir que estos números apenas cuentan a las personas que asisten a las agencias de empleo del Estado y se pliegan al paro, es decir, que al sumar a los “invisibilizados” del sistema, probablemente la media nacional verdadera sea mucho más alta.
La vocería de las dos organizaciones sindicales más grandes del país, CCOO y UGT, insistió en lo que ha sido la reflexión de la clase trabajadora durante esta crisis laboral: las medidas de austeridad que está implementando el Gobierno de Rajoy no estaban reflejadas en el programa electoral con el que el Partido Popular (PP) ganó las elecciones efectuadas hace un año (¿Paquetazo?).
La respuesta de Rajoy fue que "no caben soluciones milagreras, sino constancia en el rumbo", y admitió que "aunque muchas de las medidas que se han tomado no estaban en el programa electoral, si no se equilibran las cuentas públicas todo lo demás se vendrá abajo".
Como es de esperarse, los empresarios agrupados en la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) rechazaron la convocatoria al paro, y la directiva refirió que esta acción es "inoportuna porque no es el momento de tensionar a la sociedad española, e irresponsable porque afecta directamente a la actividad económica, al empleo y a la imagen exterior de España".
En contraposición, el Partido Socialista Obrero de España (PSOE) apoyó la medida afirmando que "sobran los motivos" y que se oponen públicamente a las medidas implementadas por el PP.
La solicitud de las trabajadoras y los trabajadores, expuesta por los secretarios de las principales organizaciones sindicales de España, es la aplicación perentoria de un referéndum consultivo, para que sea el Pueblo quien determine la viabilidad de estas medidas que catalogaron como “el suicidio económico y social” del país.
Esta huelga se suma a la jornada de protestas que se desarrollará simultáneamente en otros países de Europa convocada por la Confederación Europea de Sindicatos (CES), que exhorta además a la población a no consumir productos durante la protesta.
Cándido Méndez alentó a los ciudadanos a apoyar la huelga general evitando salir a comprar durante la jornada, "que estén los pasillos de los centros comerciales más solos que la una, en solidaridad con los que no podrán comprar ni el 13, ni el 14, ni el 15 de noviembre porque sus rentas nos les llegan ni al 12 de cada mes".
Según Méndez, "nunca en la historia de la democracia se han convocado dos huelgas generales en un mismo año porque nunca ha habido un Gobierno tan inútil, mentiroso y fulero", y además aseguró que "la manifestación de este miércoles será la mayor conocida en la historia de la democracia en la Comunidad de Madrid":
Los representantes de Comisiones Obreras (CCOO), Ignacio Fernández Toxo, y de la Unión General de Trabajadores (UGT), Cándido Méndez, instaron a los trabajadores y las trabajadoras de España a no tener miedo a los empresarios, y esperan que se le haga un gran seguimiento al paro.
Toxo afirmó que "cada vez hay más razones para la huelga. Lo que era una indignación sostenida y contenida de la gente se ha convertido en la conciencia de que merece la pena ir a la huelga contra la sinrazón de unas políticas que están empobreciendo a los trabajadores”".
Por su parte Méndez, informó que el día 14 de noviembre se colmarán las calles "con un clamor popular que exija al Gobierno un cambio en sus políticas, o que se vaya". Aunque el presidente español Mariano Rajoy de antemano opinó que "un paro no ayuda a la imagen exterior de España, ni sirve para generar actividad y empleo".
Es importante resaltar que España actualmente presenta una cifra récord de desempleo que sobrepasa del 25% de la población en edad productiva de todo el país, con un total de 4.833.521 personas en el paro. Y vale decir que estos números apenas cuentan a las personas que asisten a las agencias de empleo del Estado y se pliegan al paro, es decir, que al sumar a los “invisibilizados” del sistema, probablemente la media nacional verdadera sea mucho más alta.
La vocería de las dos organizaciones sindicales más grandes del país, CCOO y UGT, insistió en lo que ha sido la reflexión de la clase trabajadora durante esta crisis laboral: las medidas de austeridad que está implementando el Gobierno de Rajoy no estaban reflejadas en el programa electoral con el que el Partido Popular (PP) ganó las elecciones efectuadas hace un año (¿Paquetazo?).
La respuesta de Rajoy fue que "no caben soluciones milagreras, sino constancia en el rumbo", y admitió que "aunque muchas de las medidas que se han tomado no estaban en el programa electoral, si no se equilibran las cuentas públicas todo lo demás se vendrá abajo".
Como es de esperarse, los empresarios agrupados en la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) rechazaron la convocatoria al paro, y la directiva refirió que esta acción es "inoportuna porque no es el momento de tensionar a la sociedad española, e irresponsable porque afecta directamente a la actividad económica, al empleo y a la imagen exterior de España".
En contraposición, el Partido Socialista Obrero de España (PSOE) apoyó la medida afirmando que "sobran los motivos" y que se oponen públicamente a las medidas implementadas por el PP.
La solicitud de las trabajadoras y los trabajadores, expuesta por los secretarios de las principales organizaciones sindicales de España, es la aplicación perentoria de un referéndum consultivo, para que sea el Pueblo quien determine la viabilidad de estas medidas que catalogaron como “el suicidio económico y social” del país.
Esta huelga se suma a la jornada de protestas que se desarrollará simultáneamente en otros países de Europa convocada por la Confederación Europea de Sindicatos (CES), que exhorta además a la población a no consumir productos durante la protesta.
Cándido Méndez alentó a los ciudadanos a apoyar la huelga general evitando salir a comprar durante la jornada, "que estén los pasillos de los centros comerciales más solos que la una, en solidaridad con los que no podrán comprar ni el 13, ni el 14, ni el 15 de noviembre porque sus rentas nos les llegan ni al 12 de cada mes".
Según Méndez, "nunca en la historia de la democracia se han convocado dos huelgas generales en un mismo año porque nunca ha habido un Gobierno tan inútil, mentiroso y fulero", y además aseguró que "la manifestación de este miércoles será la mayor conocida en la historia de la democracia en la Comunidad de Madrid":
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