Ya sea para empezar algún proyecto nuevo o para simplificar nuestra vida, necesitamos deshacernos de cosas viejas. No podemos ir acumulandoy guardando siempre todo lo que caiga en nuestras manos o consigamos.
La última vez, siguiendo los consejos para conseguir una casa minimalista decidí deshacerme de unos cuantos libros. A lo largo del tiempo, llegué a acumular más de 100 libros. Pero hoy en día, el espacio no es que abunde, y además quería tener una casa arreglada. Por eso, decidí donar la mitad de los libros que tenía a la biblioteca de mi barrio. De esta manera conseguí:
- Que alguien más disfrute de algo que ya no utilizaba, como en este caso mi comunidad más cercana (mi barrio).
- Tener la casa más ordenada, lo que siempre me ayuda a mantener un poco de paz mental.
- Sentirme bien, ya que regalar cosas gratifica bastante.
- Ya no necesito una casa más grande... ;)
Dejar cosas atrás nunca es fácil, ya que tenemos predilección por tener y acumular cosas. Me gusta leer y me gusta almacenar libros, pero a veces viene bien deshacerte de cosas que ya no utilizas para que las aproveche otro y centrarte en lo que te venga nuevo. De esta manera podemos centrar nuestros limitados recursos en lo nuevo y no gastarlos manteniendo lo viejo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios