A partir de este lunes hasta la madrugada del 20 de enero de 2013, habrá un cese de las operaciones militares por parte de la guerrilla.
Este lunes se reanudan en Cuba las negociaciones por la paz en Colombia. Luego de dos años de exploraciones entre las partes del conflicto se avizora la posibilidad de la negociación, con el antecedente de la instalación formal de la mesa de diálogo que se efectuó el pasado 18 de octubre en Noruega.
La agenda se centrará en cinco puntos centrales:
• El tema agrario y el derecho a la tierra.
• Garantías para el ejercicio de la participación política.
• Fin de la lucha armada.
• Solución al problema de las drogas ilícitas.
• Reparación de los daños a las víctimas.
El tema agrario representa un punto de honor para las FARC-EP, tal como lo manifiestan en un comunicado que señala que sus exigencias provienen de la necesidad "de un derecho a la reapropiación colectiva, social, del territorio, como parte esencial del derecho a la vida, al disfrute de la naturaleza en armonía con ella, a la reafirmación y desarrollo de las relaciones sociales y de la cultura en el marco de un desarrollo socio-económico sustentable".
Y es que el conflicto por la tierra es la raíz de esta guerra que tiene más de 50 años en el país neogranadino, pues el 52% de la gran propiedad rural está en manos de un 1,15% de la población y el 32% de los 46 millones de colombianos y colombianas vive en el campo.
En estas negociaciones, las reglas del juego son:
• La negociación se cumplirá con un cese del fuego y con la orden del presidente Santos de mantener la ofensiva contra los rebeldes.
• Las conversaciones serán abiertas e ininterrumpidas hasta alcanzar un acuerdo final.
• La mesa podrá hacer reuniones en otros países.
• En las sesiones de las mesas participarán hasta 10 personas por delegación, cinco de éstos plenipotenciarios.
• Cada delegación tendrá 30 representantes.
• Podrán consultar a expertos sobre cualquier tema de la agenda.
• Las conversaciones no se harán públicas y los avances serán anunciados de manera conjunta.
• Habrá informes periódicos y se implementará una estrategia de difusión eficaz.
• Se establecerá un mecanismo de recepción de propuestas sobre los puntos de la agenda de ciudadanos y organizaciones, por medios físicos o electrónicos.
• La mesa podrá hacer consultas directas y recibir propuestas sobre dichos puntos, o delegar a un tercero la organización de espacios de participación.
• Los recursos para el funcionamiento de la mesa serán administrados de manera eficaz y transparente.
• La mesa contará con la tecnología necesaria para adelantar el proceso.
• El primer punto a discutir será la política de desarrollo agrario integral.
• Las conversaciones se darán desde el principio de que nada está acordado hasta que todo esté acordado.
• Los diálogos se realizarán en el exterior.
El Gobierno ha establecido un plazo para lograr acuerdos concretos en la mesa de diálogo que comienza hoy. Junio de 2013 es la fecha tope de Juan Manuel Santos y su equipo negociador para definir el proceso de paz. Al respecto, ha señalado Humberto de la Calle, jefe de los negociadores del Gobierno, que "en todo caso, el señor presidente ha dicho, y así quedó además establecido en el acuerdo (suscrito a finales de agosto entre las partes al término de una fase de aproximaciones), que éste será un proceso rápido y eficaz: un proceso de meses, no de años", indicó.
Sin embargo, el líder de los voceros de las fuerzas insurgentes, Iván Márquez, sostuvo en Oslo que "la pretendida paz express que algunos promocionan, por su volátil subjetividad y por sus afanes, sólo conduciría a los precipicios de la frustración".
A pesar de que el Gobierno no aceptó el llamado de las FARC-EP para realizar un cese al fuego conjunto en el tiempo en que la mesa de negociación se sentará, el Secretariado de la guerrilla ha informado, a través de un comunicado llamado “Abriendo senderos hacia la paz”, que a partir de hoy hasta la madrugada del 20 de enero de 2013 habrá un cese de las operaciones militares por parte de la guerrilla.
Según Iván Márquez, ésta es "una muestra más de nuestra voluntad para generar un medio ambiente político propicio para el avance de las conversaciones, en aras de alcanzar el compromiso de acordar un verdadero tratado de paz que ponga fin al conflicto social y armado, como es el anhelo de la mayoría de los colombianos".
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