En Estados Unidos la abstención promedio supera el 50 por ciento. La alternancia entre demócratas y republicanos no modifica ni las condiciones de vida del pueblo, ni la política imperialista mundial.
Llegó el día de las elecciones presidenciales más antipopulares del hemisferio. En la cúspide de las campañas de Barack Obama (demócrata) y Mitt Romney (republicano), el presidente Chávez y la revolución bolivariana despuntaron como tópicos de polémica.
En Estados Unidos la abstención promedio supera el 50 por ciento. La alternancia entre demócratas y republicanos no modifica ni las condiciones de vida del pueblo, ni la política imperialista mundial. Las decisiones importantes se definen en otros ámbitos, por eso la jornada electoral despierta más bien apatía en los estadounidenses. Adicionalmente este año se han transmitido 40% más mensajes de propaganda electoral que en 2008 y el gasto supera los 6 mil millones de dólares, una cifra que permite asegurar que estos serán los comicios más caros en la historia de Estados Unidos, en el que por cierto los "donantes" multimillonarios juegan un papel importante.
"Desde el punto de vista de la real política, si yo fuera estadounidense, votaría por Obama y creo que si Obama fuese de Barlovento, o de un barrio de Caracas, votaría por Chávez", dijo el mandatario venezolano en los días anteriores al 7 de octubre. Compartía su punto de vista acerca de las diferencias entre las formas dialógicas de Obama y la radicalidad neoliberal de Romney ¡Mosca! Que quede claro. El trasfondo de ambos es el capitalismo neo-imperial. No hay un debate entre ideologías o formas de gobierno contrapuestas. Es por ello que ningún gobierno ni pueblo latinoamericanos tiene esperanza de que ganando uno u otro cambiará radicalmente la forma de relacionarse del Pentágono con el resto de las naciones del mundo.
El debate entre los candidatos a la Casa Blanca se profundizó en los últimos días, por lo que ambas partes asumieron posiciones radicales sobre diversos temas entre los que se encuentra la relación internacional con gobiernos como el de Venezuela.
Dan Restrepo, portavoz de la campaña de Obama aseguró que "Romney sigue dándole a Chávez la atención que no merece", en alusión a una publicidad a favor del republicano en la que se hace una asociación de Obama con Hugo Chávez y la sobrina de Fidel Castro, para intentar ganar el voto de los anticastristas y antichavistas mayameros. Al final, en Estados Unidos sí hubo todos estos meses un empate técnico. Cada uno ha hecho el esfuerzo de alargar la brecha en comunidades como las latinoamericanas, paradójicamente tan perseguidas y maltratadas en ese país del norte.
Más atrás en el tiempo, en julio de 2012 Obama había señalado que la política de Chávez "no representa un peligro para nuestra seguridad nacional". En contraposición, Romney, advirtió que el proceso venezolano constituía “un régimen que abiertamente nos desea el mal”.
"Ladran Sancho, señal que cabalgamos", es una frase que se atribuye al infatigable Quijote de la Mancha. Más allá de si fueron o no palabras del gran Miguel de Cervantes, la expresión ilustra el andar victorioso del pueblo bolivariano; que siembra polémicas incluso en las entrañas del monstruo.
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