Igualito que en Venezuela, donde el Gobierno Bolivariano adjudica viviendas sin inicial a los más necesitados, a damnificados y excluidos, con créditos a bajos intereses y por treinta años.
Una señora de 53 años se suicidó minutos antes de ser desalojada por la policía en el municipio de Barakaldo, en el País Vasco. La mujer que respondía al nombre de Amaia Egaña, ex edil socialista, se lanzó por la ventana desde un cuarto piso.
Es el segundo suicidio en España por desalojos en menos de un mes. El 25 de octubre, un hombre de 54 años se ahorcó en Granada, horas antes de que la policía nacional ejecutara la orden de desahucio en el hogar de José Miguel Domingo, quien debía pagar un préstamo contraído en 2007 de 240 mil euros.
Al menos 350 mil familias han sido desalojadas en los últimos cuatro años en España, desde el inicio de la crisis, por no poder pagar sus hipotecas. La práctica de las expulsiones despertó protestas populares y de asociaciones en defensa del derecho a la vivienda, así como del Movimiento de los indignados.
Incluso el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) denunció "procesos judiciales extremadamente agresivos frente al deudor" que "se encuentra indefenso en el marco de una crisis que no ha provocado".
Una organización llamada PAH ha impedido más de 400 desalojos, mientras entró en vigor un decreto-ley que permite a los bancos embargar viviendas, como mecanismo de pago de deuda hipotecaria; aunque el mismísimo Tribunal de Justicia de la Unión Europea declaró ilegal la ley española para los desalojos, por "cláusulas abusivas".
Durante el segundo trimestre de 2012, hubo 526 desalojos diarios por orden judicial, es decir, 47.973.
"Amaia, te recordamos", "No es un suicidio, es un homicidio", "Ningún desahucio sin respuesta" y "No es una crisis, es una estafa", son algunos de los lemas de los miles que salieron a marchar este viernes en condena del suicidio de Amaia Egaña, algunos de los cuales también pintaron con aerosoles de color rojo y negro los ventanales de varias sucursales bancarias y escribieron "asesinos", "culpables" y "banqueros asesinos".
Al término de la marcha bajo la lluvia, se leyó un manifiesto en el que se subrayó que el caso de Egaña "no es una casualidad, sino una consecuencia de los recortes sociales que generan precariedad y exclusión social". El llamado es a continuar la movilización en los próximos días para impedir los desalojos de viviendas, evitar nuevos casos como el de Egaña y protestar contra los recortes y la precariedad laboral.
Cabe comparar la anterior situación con lo que ocurre en nuestro país, donde se han entregado 137.106 hogares entre 2011 y 2012, a través de la Gran Misión Vivienda Venezuela, adjudicados sin inicial a los más necesitados, como damnificados y excluidos, con créditos a bajos intereses y por treinta años.
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