jueves, 29 de noviembre de 2012

SI UD. ES MUJER Y HA SUFRIDO UNA DE ESTAS ACCIONES, DENÚNCIELO DE INMEDIATO


La trata o explotación sexual, prostitución, trabajos forzados, esclavitud, adopción irregular o extracción de órganos son algunos de los males que sufre la mujer en el siglo XXI.

La Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia establece 19 niveles de afectación psicológica de la estabilidad emocional y psíquica de la víctima. Comienza por el acoso u hostigamiento hasta afectar la estabilidad emocional, laboral, económica, familiar o educativa de la mujer.

Las amenazas afectan al derecho de la víctima a actuar y decidir con libertad. En el ámbito físico, cualquier acto violento que implique contacto y produzca daño físico. En lo sexual, cualquier acto que implique obligar a la mujer a un contacto sexual no deseado.

Ser víctima vulnerable de acto carnal supone aprovecharse de la condición personal de la víctima. Los actos lascivos son los que atentan contra la dignidad, integridad física y libertad sexual de la mujer, al aprovecharse de su situación de vulnerabilidad.

La prostitución forzada obliga mediante la fuerza física a realizar actos de naturaleza sexual para obtener ventajas pecuniarias, ésta es la esclavitud sexual o explotación sexual de la mujer. El acoso sexual es el acercamiento sexual en beneficio del sujeto activo o de un tercero.

En el ámbito laboral, se refiere a supeditar la contratación, ascenso o permanencia de la mujer en el empleo. En lo patrimonial y económico, tiene que ver con ocasionar un daño a los bienes muebles o inmuebles, en menoscabo del patrimonio de las mujeres víctimas de violencia.

La violencia obstétrica se refiere a la apropiación y disposición del proceso reproductivo de la mujer por el personal de la salud; así como a la esterilización forzada que priva a la mujer de su capacidad biológica y reproductiva.

Incluye la ofensa pública por razones de género, al atentar contra la dignidad de la mujer con fines económicos, sociales o de dominación. También el tráfico o trata de la mujer, ya que se obteniene un beneficio para el sujeto activo o un tercero de tipo financiero u otro de orden material. 

La Defensoría del Pueblo repartió un manual para recibir denuncias en contra de la violencia doméstica; pero el problema de la violencia familiar requiere medidas más radicales orientadas a la educación para la convivencia familiar, al respeto de las libertades personales. Para ello, es necesario inculcar a los hijos el respeto a la familia, a la madre, al padre y a todos los hermanos y hermanas venezolanas, si el objetivo es erradicar la violencia.

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