"Florecen en primavera los constitucionalistas que, sin serlo, opinan sobre temas relativos a la Constitución. A lo mejor ni siquiera se han leído ésta; a lo mejor la hojearon alguna vez".
¡Inconstitucional!
Marciano
Piedra de Tranca
A los voceros de la oposición, a los dueños de medios, a los analistas, a los para-políticos, a los politólogos, a los abogados ansiosos de pantalla; en fin, a todos para quienes el antichavismo es su razón de ser, les brotó el deseo de opinar sobre la Constitución. A aquellos que quieren ver muerto y enterrado no solo al líder del movimiento bolivariano, sino al proceso y al Gobierno, y desaparecido de la Tierra hasta el último seguidor de Chávez. Para ellos todo se resume en la palabra "inconstitucional".
Florecen como en primavera los constitucionalistas que, sin serlo, opinan sobre temas relativos a la Constitución. A lo mejor ni siquiera se han leído ésta; a lo mejor la hojearon alguna vez; a lo mejor les importa un carajo lo que diga el librito azul -o rojo-; pero para ellos es fundamental posar de constitucionalistas. Todos, al unísono, reaccionan de la misma manera. Si la Asamblea Nacional aprueba por mayoría aplastante una interpretación de la Constitución Bolivariana, se trata de un acto inconstitucional. Si la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, la más elevada instancia para conocer y decidir sobre la materia, dicta sentencia sobre la fecha de la toma de posesión del Jefe del Estado, de inmediato todo el anti-chavismo reacciona y califica el acto de inconstitucional. Es decir, de acuerdo con semejante criterio, el Tribunal Supremo de Justicia cuando decide basado colas atribuciones que le corresponden de acuerdo a la Carta Magna, procede inconstitucionalmente. Y ellos, la oposición, son los jueces.
Si Maduro presenta, basado en el fallo del Tribunal Supremo, la memoria y cuenta del Presidente ante la Asamblea Nacional, se trata de un acto inconstitucional. Y así por el estilo. Para el irracional mundo de la oposición, de todos cuanto lo conforman, rectores universitarios que deberían respetar su alta investidura, exmagistrados del TS o de la antigua Corte Suprema, miembros de poderosos bufetes, profesores sobre la materia, todo es inconstitucional, salvo, desde luego, el golpe del 11 de abril de 2002, el sabotaje petrolero, el guarimbeo, por lo cual siempre han justificado las violaciones a la Constitución vigente. Todas las fechorías en que a lo largo de 14 años ha incurrido la oposición, dirigentes de partidos, dueños de medios, profesores universitarios, etc., son constitucionales, apegadas a derecho. Ese es el mundo en el cual vive la oposición, que hace que todo le resulte al revés. Que, por ejemplo, declara que actuará cívicamente y hace lo contrario: Se enreda en la conspiración y reivindica un pasado plagado de agresiones al Estado de derecho. Un mundo donde la oposición se declara democrática y reacciona contra la democracia a cada instante. Oposición que tiene como candidato presidencial a un golpista convicto y confeso, Capriles, y a un promotor en la calle, López, que no pierde la oportunidad para llamar a la violencia. O que cuenta con una dama, María Machado, cuya especialidad es clamar a favor del golpe.
Para esa oposición lo constitucional es y será siempre inconstitucional. Y como sus planteamientos no encuentran eco en el país, en las instituciones democráticas nacionales, se traslada al exterior para plasmar sus turbias maniobras contra Venezuela. Por cierto, poco inocentes, ya que el propósito que las inspira es acumular acusaciones con la finalidad de promover la intervención extranjera en tomo a la cual se juntan poderosos intereses foráneos y nacionales.
(Diario Vea)
Comentarios |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios